SERVICIOS DE SALUD Y MITIGACION DE DESASTRES
La reconstrucción de los efectores de salud afectados por la inundación plantea algunos problemas a tener en cuenta. Las urgencias por satisfacer las necesidades inmediatas de los usuarios, las dificultades de financiación y la dificultad para elaborar planes de contingencia que trabajen con hipótesis de recurrencia del fenómeno hídrico mas cercanas (a 20 o 30 años), determina que la reconstrucción de los centros dañados severamente en su estructura se haga hasta el momento en el mismo lugar donde estaban al inundarse.
Una respuesta mas adecuada podría ser reconstruir levantando el nivel de la construcción en el mismo lugar .para el caso de los Centros de Salud. Aun en las condiciones de un barrio afectado, no cesaría la prestación de la unidad médica. Pero de trasladarse a otro lugar más elevado será un mayor problema para los potenciales usuarios que no tendrían su Centro cerca, deberían trasladarse lo que en las condiciones socioeconómicas actuales está siendo cada vez mas difícil para miles de ellos.
Para el caso de los grandes Hospitales (Niños, Cullen, Iturraspe, Vera Candiotti) y con el propósito de salvar la información y material valioso en caso de probable inundación de subsuelos deberá pensarse en la instalación de depósitos de las historias clínicas. en pisos altos. Esta ha sido uno de los aprendizajes de esta emergencia, sugerida por el Dr. Claude DeVille, creador y Director por mas de 25 años del Programa de Desastres de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), quien trabajó durante varios días con los autores de este libro en la zona daminificada. Se argumenta en el alto costo de esa propuesta. Pero ha resultado más costosa seguramente las pérdidas ocurridas.
El Hospital Vera Candioti de una sola planta, habilitó un entrepiso alto, construyó un montacargas de conexión a ese primer piso y se propone elevar el depósito de agua que esta en planta baja. Reconstruyó la red de cableado, elevado y externo.
El Hospital de Niños deberá evaluar la posibilidad de establecer defensas perimetrales(¿), disponer de planta alta reforzada para albergar el tomógrafo?, mantener las historias clínicas en la planta superior y dejar solo oficinas administrativas en la planta baja?.
El Hospital Dr. Cullen (como la mayoría de los nosocomios del mundo) tienen todos sus historiales clínicos en el subsuelo. Llevarlos a un piso superior (teniendo mucho peso esos materiales para una construcción casi centenaria) amerita evaluar su traslado, ante la dificultad económica de poner en formato electrónico ese bagaje informativo.
El Hospital de Niños Dr. Alassia, puesto en funcionamiento en 1999, reemplazó al viejo Hospital de Niños, construcción y espacio inadecuado para el crecimiento poblacional y la necesidades de salud de la población infantil de Santa Fe.
La decisión de la construcción fue tomada por el entonces (y ultimo gobernador Carlos Reutemann) en 1991. El informe que establece los objetivos, la modalidad organizacional y las necesidades de equipamiento presentado en 1994 ante el Banco Mundial no establece ningún criterio de riesgo para ese Hospital en relación a las amenazas potenciales de la zona.
No abordado desde el enfoque de gestión de riesgo, no analiza la vulnerabilidad del terreno; se piensa solo en inundaciones por pequeñas precipitaciones pluviales, y fuera dela zona de influencia directa del Rio Paraná. Ninguna hipótesis de riesgo se plantea para desbordes del Rio Salado Solo aquellos que serían producto del impacto del Hospital en el medio o eventuales amenazas internas (evacuación por incendios, etc).
Las razones exigidas por el BM estaban centradas en: terreno de propiedad gubernamental, existencia de servicio de aguas y cloacas, cercanía de las rutas que facilitarían el acceso al nosocomio desde otros lugares dela provincia o de provincias cercanas.
En consecuencia, esa construcción no estaba incluida en criterios modernos de construcción de obras con fuerte inversión económica, que deben contemplar un análisis detallado de todas sus vulnerabilidades (ambientales, sociales,) e incluir en el costo de construcción aquellas obras (defensas, sistema de alarma temprana,) necesarias para evitar riesgos o mitigar las consecuencias de un desastre de magnitud y planes de contingencia para desastres extrahospitalarios.
Por otra parte y desde la planificación sanitaria moderna habrá que evaluar los criterios para la construcción e instalación de Hospitales monovalentes de esa magnitud contrario sensu de opciones más descentralizadoras de los efectores que aunque de menor envergadura estén mas cerca de los potenciales usuarios.
Una enseñanza aceptada por los protagonistas de ese evento, es la necesidad de trabajar con enfoque de gestión de riesgo que permita evaluar eventos peligrosos propios de la zona (no hay plena conciencia de que los factores hidrometeoro lógicos locales y regionales han variado y que son esperables fenómenos adversos a menos tiempo de la recurrencia próxima hipotetizada de 100 años, en terrenos inundables de baja cota.
La falta de alerta temprana para el Hospital (sumada a la falta de acción central), la inexistencia de un plan de evacuación externa y de salvataje de los sistemas de información (pérdida parcial de historias clínicas), la instalación a nivel plata baja de valiosísima aparatología no previendo que el costo mayor de instalación en pisos superiores no se acerca remotamente a lo que fue la pérdida total del tomógrafo computado (1.900.000 pesos) y otros equipos, revelan la necesidad de un replanteo total de la actitud prevaleciente de desconocer la gestión de riesgo como condición para la construcción de cualquier efector de salud. Esa imprevisión alcanzó a la construcción en el predio circundante de las viviendas para casi la mitad del personal del Hospital que también sufrió las consecuencias de la inundación.
En términos generales se puede afirmar que las acciones de evacuación, los desplazamientos internos de material recuperable, permitieron mitigar solo en parte el desastre.
Entrevista frente al Hospital de Niños (Foto Sergio Caminos)
