DESCRIPCIÓN DEL EVENTO

2.1 Situación previa. Antecedentes

Situación de saturación Situación meteorológica
La crecida del río Salado, que inundó gran parte de la ciudad de Santa Fe, se originó entre otras cosas por las precipitaciones intensas sobre su cuenca baja, ocurridas principalmente entre los días 22 y 24 de abril del corriente año. Estas lluvias se produjeron sobre una cuenca saturada, producto de precipitaciones ocurridas en los meses previos, cuestión agravada por el ascenso generalizado de los niveles freáticos ocurrido en las últimas décadas. Este estado de saturación antecedente provocó que un importante porcentaje del agua precipitada se convierta en escurrimiento.
La causa de las inusuales precipitaciones residiría en la presencia del fenómeno El Niño (ó El Niño- Oscilación del Sur, ENOS) que con características moderadas se encuentra todavía presente en la región. En efecto, el índice del ENOS – expresado como la diferencia en las presiones atmosféricas de las estaciones de las costas sudamericanas y de Australia – se encontraba todavía en negativo a fines de abril y mayo, cuando se produjeron las inundaciones. Estudios existentes han relacionado la ocurrencia de mayores precipitaciones y crecidas en las cuencas de la zona afectada con la presencia del fenómeno ENOS, al igual que sucede en las costas del océano pacífico en Ecuador y Perú.
Ya a fines del año 2002 la región permanecía con suelos saturados y un alto nivel freático. De esta manera, las inusuales lluvias en distintas zonas durante los meses posteriores fueron produciendo anegamientos importantes y una gran masa de agua que escurría hacia el sur.

Los Indicadores de Alerta. Enero - Febrero de 2003
Los eventos, como señales de alerta que eran reflejados por ejemplo por el Diario el Litoral, se fueron produciendo desde principios del año 2003, en el norte santafesino (“miles de hectáreas permanecen cubiertas por una gran masa hídrica en distintas zonas de la provincia” 03/01/03) por ejemplo en enero en el Dto. San Cristobal (“en San Cristóbal piden se declare la emergencia ya que en poco más de 3 meses llovió casi la media anual” 27/01/03), en Villa Minetti y en San Bernardo (“preocupa el exceso de agua en campos limítrofes con Santiago del Estero; desde Villa Minetti piden previsiones al gobierno, ya que llovió 750 mm en tres meses, casi la media anual” 22/01/03). En febrero ya hubo evacuados en Elisa, e incluso en barrios del norte de la ciudad de Santa Fe (“hay seis familias evacuadas en Elisa donde se registraron 300 mm de lluvias; en Santa Fe hay más de 150 evacuados de Pompeya y Los Hornos; NO funcionaron las casabombas de Chalet y Centenario” 04/02/03). En esos momentos el gobierno provincial ya asistía con ayuda a distintas jurisdicciones.
En el mes de marzo la situación se agravó ya que el río en su cuenca baja comenzó a reflejar los excesos pluviales, con una primer onda de crecida que se registró en la escala hidrométrica de Santo el día 12/03/03, con una altura de 5,42 m (equivalente a cota 13,75 IGM).
Aparecieron socavones en la luego inundada avenida de Circunvalación, separada del río en todo su recorrido por los tramos I y II de la defensa. “Circunvalación oeste: el agua empezó a socavar la defensa. La crecida del Salado encendió la alarma entre las autoridades, el pelo de agua del río está a 1,5 m por encima de la avenida” Litoral, 10/03/03; “Según nuestras mediciones el río creció unos 20 cm en las últimas 24 hs., si sigue lloviendo en el norte el panorama se va a agravar” decía José D´Ambrosio, ex director de Vialidad Provincial, el 11 de marzo al anunciar obras para reforzar la Circunvalación Oeste por los socavones. El río ya amenazaba la zona norte de la ciudad (“el Salado avanza sobre el borde oeste de la ciudad, numerosos asentamientos viven el drama de la inundación, hay viviendas bajo el agua”, 12/03/03), no había monitoreo aguas arriba (“La directora del Inali Julieta Parma advirtió que por razones presupuestarias, ningún organismo está haciendo algún estudio especial o monitoreo de la cuenca, que no se poseen bases de control como las establecidas en el Río de la Plata o en el Paraná. Sostuvo también que las intensas  precipitaciones de febrero, que superaron las marcas para esta época del año en la zona de Tostado y aguas abajo, son las causantes de la creciente, que trae grandes masas de camalotes y embalsados. La velocidad del río provoca inconvenientes en las costas, las que continúan expuestas a una significativa erosión. Si las condiciones climáticas se mantienen adversas, se agudizarán los problemas, de la misma forma que si la bajante del Salado se produce en un breve lapso”, El Litoral, edición del 10 de marzo).
En la misma edición del 10 de marzo del Litoral se informaba de los problemas ocasionados por la crecida del Salado en el talud defensivo de la avenida circunvalación oeste, donde ya seobservaban socavones. Esedía se dispuso un amplio operativo técnico y de seguridad a cargo de Vialidad Provincial y Nacional. Se trataba de observar el comportamiento del río y prevenir complicaciones mayores como el colapso repentino del terraplén. “Según se pudo observar, esta mañana el pelo de agua superaba en casi un metro y medio el nivel de la cinta asfáltica y, lógicamente, de los terrenos donde se levantan viviendas. Por esta razón, la aparición de filtraciones de agua o un colapso repentino del terraplén, en el peor de casos, inundarían en poco tiempo todo el sector, se consignaba en aquella edición.
La avenida Circunvalación, más concretamente la defensa inconclusa a la altura del Hipódromo, tendría un rol protagónico en la catástrofe. El futuro se presentaba muy complejo ya que los pronósticos meteorológicos para el trimestre marzo-mayo auguraban lluvias y temperaturas por encima de las normales. (Ver Esquema de ingreso de aguas en Cap.1)

2.2. Cronología de sucesos
Para una mejor interpretación de los hechos es necesario recordar una vez más la situación de la ciudad en su borde oeste (la zona más afectada):
Acercándonos a la ciudad desde el oeste nos encontramos con el río Salado, separado de gran parte de su valle de inundación por una extensa defensa (norte-sur) con un coronamiento de 9 m (~17,45 IGM). Inmediatamente después la avenida de Circunvalación y posteriormente asentamientos urbanos en terrenos con una cota baja, la cual aumenta lentamente a medida que avanzamos, y con ella los barrios son cada vez más consolidados y “formales”, hasta llegar a avenidas importante de la ciudad como Freyre, López y Planes, Blas Parera, que actuaron en general como “dique este”. Por la falta de cierre, la defensa presentaba una interrupción abrupta en el norte (Hipódromo) formando una discontinuidad de 500 m de longitud y con una diferencia de varios metros de altura respecto a la defensa (4-5m) hasta encontrarse con terrenos más altos. La “brecha” debía cerrarse con el tramo III de la defensa, pero se registran antecedentes de cierres provisorios como ocurrió durante la creciente de 1998 (ver Cap. 1). Además, aguas abajo de la brecha, en forma perpendicular a la defensa del lado del río, los taludes de la autopista Rosario-Santa Fe, con un puente sobre el lecho principal con una luz de solo 150 m sobre un ancho del valle de 2000 m, formaban un verdadero dique de contención para las aguas.
La combinación resultaba fatal: grandes flujos de agua desplazándose en sentido norte-sur, buscando el valle de inundación, y el terraplén del puente que los embalsaba, produciendo un aumento de nivel del río con propagación hacia el norte, que en la zona del Hipódromo llegó a valores estimados de 1,5-2 metros respecto al puente y mayor aún respecto al sur de la ciudad. Este dato es muy importante, ya que con esa diferencia de altura el río entra a la ciudad por el Hipódromo, resultando por ello que en la zona de defensas, hacia el sur, existió una diferencia positiva de nivel de varios metros entre el interior (ciudad) y el exterior (río).

Los Días Previos y el Ingreso del Agua a la Ciudad
Durante los últimos días de abril las intensas lluvias continuaron, afectando a barrios del sector oeste. En la ciudad de Recreo el día 23 llovieron 160 mm. Por efecto de las lluvias hubo pérdidas totales en el cinturón hortícola (norte de la ciudad), llegando a 190 los evacuados, con registro pluviométricos mayores a los 200 mm (24/04). El día viernes 25 cayeron 380 mm en Gobernador Crespo, y la crecida del Salado comienza a preocupar en el oeste. La Municipalidad instaló una bomba extractora en Estado de Israel y Camino Viejo a Esperanza, para proteger los barrios Cabal y Las Lomas; durante el sábado 26 la lluvia no cesa y la situación en los barrios del norte es grave. Hasta aquí la lluvia era la causa de los anegamientos, la inundación en realidad estaba por comenzar.
El día domingo 27 de abril se presentaba gris, frío y lluvioso. Era el día de las elecciones presidenciales en Argentina y había clima electoral en Santa Fe. Mientras la gente concurría a votar con normalidad, aunque algunas escuelas tenían los ingresos anegados, otra realidad emergía:
En forma impresionante el río Salado crecía 33 cm en dos días, con una altura de 5,34 metros en el hidrómetro del Inali (aguas abajo del puente autopista), el intendente de la ciudad evaluaba declarar la emergencia hídrica, y esa madrugada de lunes 28 el río, en un avance incontenible, y con el puente autopista comenzando a actuar de dique, “descubría” la discontinuidad de la defensa e ingresaba como un torrente a la altura del Hipódromo, inundando la avenida de circunvalación, la zona de reservorio pluviales y los barrios mas cercanos. Del lado interno de la defensa, usando la avenida circunvalación como cauce, existía ahora un brazo del río que avanzaba implacable hacia el sur y el este, separado de su brazo principal al oeste por la “defensa” que comenzaba a ser una trampa.


Figura 2. 1 La Ruta del Agua. Avenida Circunvalación Oeste, vista desde el norte
(C. Martín)

El Salado invade todo lo que encuentra a su paso”, titulaba El Litoral en su edición del lunes 28, mientras el río había crecido 52 cm en las últimas 24 horas, llegando a una altura en Santo Tomé de 5,86 m (14,19 IGM). El Servicio Meteorológico Nacional anunciaba la continuidad del mal tiempo y lluvias hasta el jueves, y el agua cubría los primeros barrios del noroeste (Cabal, Las Lomas, San, Agustín y La Tablada). Quedaban sin emisión Canal 13 de TV y la radio LT9 al inundarse la zona donde están las antenas de transmisión. Durante ese día lunes 28 se hacían algunos intentos para contener el agua que ingresaba a raudales por la brecha del Hipódromo.
El agua avanzaba desde el norte invadiendo el borde oeste de la ciudad, por las zonas más bajas primero, embalsando, aumentando su nivel y superando los obstáculos mas elevados como calles, terraplenes de ferrocarril, etc., siguiendo los desniveles de la ciudad mientras el río continuaba aumentando su altura más aún aguas arriba por el efecto de embalse del puente autopista.
Los evacuados aumentaban en forma alarmante, no existían directivas de los organismos públicos, tan sorprendidos como la gente común.

Martes 29 de abril: Luego de una noche terrible, donde se intenta contener el agua a la altura de la autopista con la construcción de una defensa de bolsas de arena sobre la circunvalación, para evitar el paso hacia los barrios del suroeste, el martes se inunda casi completamente la ciudad de Recreo al norte de Santa Fe, pero sólo por efecto de la creciente que continuaba, ya que Recreo está fuera de la zona de defensas (9000 evacuados) y el agua ingresa por desborde de la margen izquierda del río.
El puente sobre la autopista (por debajo del cual pasan entre otras cosas un gasoducto) peligra en su estabilidad por un socavón sobre uno de sus pilares, y hace necesario cortar el tránsito, con lo cual el único ingreso a la ciudad por el sur es el puente carretero Santo Tomé-Santa Fe, que jugaría un papel muy importante en el ingreso de la ayuda humanitaria.
El desconcierto es casi total, el intendente afirma por los medios que algunos barrios del sur no corren peligro (luego se inundarían completamente), se estiman los afectados en 50.000 personas, se suspenden las actividades en las escuelas afectadas.

Figura 2.2 La Evacuación (El Litoral)

Por la tarde de este martes 29 el agua comienza a acercarse al Hospital de Niños y se decide la evacuación completa. Las autoridades y cientos de vecinos intentan un cordón defensivo con bolsas de arena, al poco tiempo todos los esfuerzos son vanos.
Por la mañana, en una polémica reunión en Casa de Gobierno, el entonces Director de Hidráulica de la provincia traza en un mapa de la ciudad el nivel al cual llegará el agua basado en la altura de ingreso del agua y las cotas de la ciudad, que finalmente coincide con la realidad. A pesar de ello no se tomaron decisiones drásticas en cuanto a evacuación, preparación de refugios, etc.; no se ordena evacuar el Hospital de Niños hasta la tarde temprana. La confusión puede decirse que reinaba en todos los niveles provincial, municipal, y en la población. El Director del Hospital de Niños comenta que solo unas dos horas antes de la inundación completa se ordena evacuar. Felizmente no hubo victimas fatales.
La vieja cultura de la inundación del Paraná, lenta, progresiva y de poca altura seguía siendo el parámetro de comparación. No había ninguna conciencia de las diferencias de niveles con el río. Gran parte de la población de los barrios afectados no se evacuó sino que trató de proteger sus bienes elevándolos de altura en las mismas casas o en los techos.


Figura 2. 3 Perfil de la Defensa y el río el día del pico de creciente (C. Parodi, Infografía El Litoral)

Por la noche la situación era caótica, la energía eléctrica se cortaba por prevención a medida que ingresaba el agua a los barrios. Además se inunda la estación transformadora Santa Fe Oeste (ver Cap. 3) con lo cual queda comprometido el abastecimiento de energía al resto de la ciudad. La gente que permanecía en sus casas, al notar una creciente incontenible de nivel del agua, comenzó a evacuarse, de noche, desde los techos. El río no detenía su avance sobre el sur, de tarde noche se inunda hacia el sur barrio Chalet y luego el complejo habitacional Fonavi y todo el barrio Centenario, desde donde gran cantidad de gente se dirige cruzando el puente carretero hacia Santo Tomé ya que el agua cortaba todos las vías de los alrededores.
Ciertas costumbres culturales típicas de la ciudad jugaron un papel destacado en la evacuación de miles de personas, que eran rescatados de los techos de sus viviendas o de lugares altos donde buscaron refugio (ver Respuesta Inmediata).
La mañana del miércoles 30 se mostró todavía lluviosa. La ciudad amaneció extraña, gente caminando desorientada para cualquier lado, autos remolcando todo tipo de embarcaciones, animales perdidos por doquier, carpas improvisadas en plazas y boulevares, casas vacías ocupadas por evacuados; la ciudad toda, inundada o no, estaba en emergencia.
Era inexorable el avance hacia el este: El agua, luego de avanzar hacia el sur y el sureste (el Parque del Sur está totalmente bajo agua) al encontrarse con las alturas del puerto comienza a girar hacia el norte trazando una especie de parábola. Algunos sectores bajos del centro de la ciudad ya estaban con agua que brotaba por los desagües, pero la amenaza era para todo el resto, incluido el microcentro.
Se comienzan a tomar decisiones importantes con las voladuras de sectores de las defensas, ya que el “río interior” tenía 2 m más de altura que el río exterior. Se produce el pico de la creciente en el hidrómetro de Santo Tomé con una altura de 6.37 m (14.70 IGM) a las 17 hs.. Estaba cortado el ingreso a la ciudad por el puente carretero Santo Tomé-Santa Fe (única vía existente desde el sur). La incomunicación es casi total solo accesible por el este desde Paraná por el túnel subfluvial que recorre el lecho del río Paraná.

Jueves 1 de mayo. La Lenta Retirada del Agua
La ciudad amanece con buen tiempo y un tibio sol ilumina sus calles. En río tiene ahora dos alturas, la exterior que baja 10 cm y la interior donde continúa entrando agua por la brecha en el hipódromo. Se completan las voladuras en las defensas del oeste y la Avenida Mar Argentino (borde sur este) por donde comienza a desagotar el agua desde la ciudad hacia el río.


Evacuando la zona (El Litoral)


Figura 2. 4 Irrupcion del agua por la brecha y voladuras en la barrera de contención.(El Litoral)


Figura 2. 5 Lineas rojas en la ciudad marcan hasta donde llego el agua.

Se cuentan 117 centros de evacuados. 29 mil refugiados y 12 muertos. En algunos sectores del centro el agua se retira 200 m hacia el oeste y algunos evacuados comienzan a retornar a sus hogares. Se habilita sólo para emergencia el puente Santo Tomé, comienza a ingresar ayuda humanitaria. Se comienza a trabajar a la altura del hipódromo para cerrar la brecha por donde todavía ingresa el agua.
La estrategia oficial es cerrar el ingreso por el Hipódromo, lograr primero el desagote del inmenso lago remanente hacia el río (por desnivel) a través de las brechas abiertas en las defensas y en la avenida Mar Argentino, hasta que la altura del río lo permita, cerrar esas brechas, y el resto extraerlo con bombas de alto caudal. Se esperaban largos días con el agua permaneciendo en los barrios.


Figura 2. 6 Voladura en las Defensas
(Diario El Litoral)

Figura 2 7 Extracción del Agua con Bombas
(Diario El Litoral)

La situación es caótica, con un tercio de la ciudad inundada, en muchos sectores el agua tapa completamente las viviendas, se cuentan evacuados (en refugios de todo tipo), auto evacuados (en pequeños grupos en viviendas particulares, galpones desocupados, etc.) y mucha gente sobre los techos o plantas altas de sus casas cuidando sus bienes ya que se producen actos de vandalismo y robos. Incluso, gente evacuada retorna a vivir en los techos para evitar los saqueos. Al 3 de mayo hay 34.243 evacuados en 182 centros oficiales y 50 Iglesias y 20 muertos (entre ellos niños).


Figura 2. 9 La solidaridad-El rescate anónimo
(El Litoral)

Figura 2. 8 Afectados Viviendo en los techos
(El Litoral)

 

La recepción y entrega de mercadería y donaciones se realiza con una notable falta de organización mientras en los centros de evacuados crecía el temor por brotes de enfermedades. Las primeras cifras oficiales (6 de mayo) informan 475 refugios  en Santa Fe, Recreo y Monte Vera que albergan  a 62.488 personas.

La situación de Santa Fe, desde hace días, está instalada en los titulares de la prensa oral, escrita y televisiva de todo el país e incluso de muchos medios internacionales. El tema adquiere mucha relevancia y esto tiene un alto impacto en la ayuda humanitaria recibida como se detalla en el Cap. 8.
Al 6 de mayo, mientras se seguía trabajando en el cierre del hipódromo, el agua comenzaba a bajar lentamente en barrios del oeste (descendía 7 cm por día) y llegaban bombas de gran caudal desde distintos puntos del país, ya que la capacidad de extracción iba a ser un punto crítico. El 8 de mayo concluía el cerramiento en el hipódromo, el agua remanente se estimaba en 20 millones de m3 y se contaba con una capacidad de extracción de 40.000 m3 por hora. El día 15 de mayo la bajante descubría por completo ambas manos de la circunvalación oeste y el 18 de mayo los barrios del noroeste mostraban sólo barro y grandes basurales. También el agua abandonaba en el sur el barrio Chalet, uno de los más castigados por la permanencia del agua. Se cerraba así el círculo ingreso, permanencia y egreso del agua del río Salado a la ciudad de Santa Fe, donde llegaron a coincidir gente que se evacuaba con gente que regresaba, en la catástrofe más importante de la historia de las inundaciones en la región.


Figura 2.10 Vista Aérea de los barrios inundados (El Litoral)

El evento en el sector salud. Afectación a los Efectores de Salud.
El evento en este sector abarcó, en la Zona V del sistema provincial de Salud  principalmente al sector público (2 Hospitales especializados y de referencia provincial y 10 Centros de Salud), además de  algunos establecimientos privados, como se describe luego.

La respuesta inmediata
La inundación en Santa Fe movilizó a una muy importante cantidad de organizaciones públicas y privadas de todo tipo, no sólo aquellas vinculadas a la atención de catástrofes o emergencias. La movilización de medios y recursos excedió las fronteras físicas argentinas extendiéndose al exterior. Durante los primeros días del evento, y cuando existía un aislamiento físico de la ciudad por el corte de rutas y caminos, la mayor participación fue de medios locales y zonales, mientras que al avanzar los días se fueron incorporando recursos provenientes del resto del país.
Para valorar la respuesta inmediata deben considerarse aspectos como la falta de planes de contingencia, la sorpresa e incredulidad general frente a lo que estaba ocurriendo, la crisis socioeconómica que padecía el país y la ciudad, la inexistencia de cultura del riesgo, las características socio económicas y culturales de gran parte de los sectores afectados, etc. Sólo así, puede darse dimensión a la gravedad del problema y valorarse la respuesta.


Barrio San Lorenzo (El Litoral)

La Evacuación, Los Centros, La Ayuda
En los Gráficos 2.1 y 2.2 se puede observar la evolución del número de evacuados y de centros de evacuados en base a la información oficial de la Secretaria de Estado de Promoción Comunitaria de Santa Fe. El pico se encuentra el día 07 de mayo con 75036 evacuados en 460 centros de evacuación.
En realidad, y considerando que se estima un número de afectados del orden de los 120.000, lo que reflejan los datos oficiales es la afluencia de gran cantidad de auto evacuados a centros “oficiales”, pero la evacuación propiamente dicha ocurrió entre los días 28 de abril y 1 de mayo. Por una parte mucha gente se retiró de sus casas frente al avance inevitable del agua pero, sobre todo en los últimos barrios inundados, donde hasta se había asegurado que no serían inundados, la situación fue distinta. Así, miles de personas tuvieron que ser socorridas con el agua ya ingresada (por ejemplo rescatadas desde los techos o zonas altas) por el estado de shock e incredulidad que los hizo quedarse en sus casas frente a la llegada del agua. En concreto, el éxito obtenido en el alto número de rescates de personas en estado de conmoción, animales y bienes, efectuados con embarcaciones, en la oscuridad plena, bajo la lluvia, en barrios de viviendas y calles irregulares, con obstáculos sumergidos como autos, cables de energía, terraplenes, etc., merece un análisis particular. Dejando de lado la actuación de organizaciones que estaban entrenadas para el rescate (Bomberos, COBEM, Prefectura), pero que no contaban con ningún plan y sus medios eran limitados, jamás se hubieran logrado los resultados sin la participación independiente de la población. Y una vez más la cultura del río (en este caso en forma positiva) jugó un papel importante: cientos de embarcaciones particulares de la zona (lanchas a motor, piraguas, canoas) con “patrones” anónimos, experimentados para desenvolverse en el río aún en condiciones adversas (una costumbre pescadora), en barrios desconocidos, participaron en forma “anárquica” y solidaria del rescate, en lugares donde otras embarcaciones como las de rescate anfibio no podían acceder.

Gráfico 2. 1 Evolución del Número de Centros de Evacuados


Gráfico 2.2 Evolución del Número de Evacuados

La simple presuposición del número de personas (miles) que tuvieron que ser rescatadas (ancianos, niños, discapacitados, enfermos, animales, etc.) en pocas horas da cuenta de la importancia de la solidaridad. “..la esquina de J.J. Paso y Freyre era el desembarcadero, por allí las embarcaciones  se adentraban en el barrio a buscar gente con necesidades y socorrerla,..…era cargar a alguien en la lancha, llevarlo a la zona alta, y volver a la oscuridad...” refiere un voluntario que fue a rescatar a su hermano con problemas de salud en barrio Centenario y que permaneció luego colaborando.

Figura 2.11 Distribución de los Centros de Evacuados

Esta “anarquía” en la evacuación y rescate tuvo su correlato en la gran cantidad de personas que aparecían reportadas inicialmente como desaparecidas pero que en realidad eran desencontrados. La sociedad civil supo suplantar la falta de planes de contingencia del estado, se abrieron iglesias, colegios, clubes, galpones, estaciones de tren, y todo lugar donde se pudiera albergar gente. Algunas familias se refugiaron en el cementerio local, en la parte de instalaciones que no fue invadida por el agua (como la sala de cremación y las galerias), ya que gran parte de él estuvo inundado


Cementerio local inundado (El Litoral)

Las empresas de transporte disponían los colectivos para trasladar a los evacuados y rescatados al igual que propietarios de camiones y vehículos medianos que tuvieron también un importante papel en la distribución de suministros. La ciudad de Santo Tomé tuvo también una activa participación y solidaridad recibiendo espontáneamente a miles de evacuados de los barrios del sur. Toda esa infraestructura “informal” y solidaria de distribución fue crucial también para el abastecimiento de víveres, agua, ropa de abrigo, etc. a las personas (miles) que permanecían aislados en los techos y plantas altas. Los medios de comunicación locales jugaron un importante papel que, excedió la tarea informativa, en distintos aspectos como la comunicación y transmisión de mensajes (radio AM, FM, radioaficionados), información a la población y edición y distribución de instructivos, listas de desencontrados, etc.. El canal de TV de la ciudad pudo reanudar sus transmisiones a los pocos días. El papel de los medios de prensa se analiza con más detalle en el Capítulo 9.

Como se describe al final de este capítulo el gobierno provincial declara la emergencia y catástrofe, y conforma el Comité de Emergencia. Al habilitarse el puente Carretero comienza a llegar a la ciudad gran cantidad de ayuda humanitaria desde todos los lugares del país y países vecinos, que se suma a la que arribaba vía Paraná. El 3 de mayo llega el primer tren solidario con ropa, alimentos y medicamentos proveniente de Buenos Aires que tuvo que recibir una escolta especial de gendarmería, debido a la posibilidad de que sea asaltado, en un país donde no muchos meses atrás la miseria y descomposición social llevó a la práctica de asalto y saqueo de supermercados, camiones, etc.. Además, el Comité de Emergencia ya recibía denuncias sobre desvío de mercaderías donada, resultando incluso en la renuncia posterior (15 de mayo) de la Secretaria de Promoción Comunitaria provincial. Por esta razón se encarga a las fuerzas de seguridad y ejército el transporte y distribución de la ayuda, que era caótica considerando por una parte los cientos de centros de evacuados y la falta de un listado formal de ellos (el Litoral publicó una lista provisoria el día 01 de mayo), y por la otra los miles de personas que no estaban formalmente en ningún centro (autoevacuados). Días más tarde se intenta instrumentar con apoyo de OPS el sistema SUMA (ver Capítulo 8).

Figura 2.12 Alimentación en los Centros de
Evacuados (Diario El Litoral)

Figura 2.13 Centros de Evacuados (El Litoral)

La ayuda a los autoevacuados fue muy difícil de instrumentar. Distintas organizaciones oficiales (Ejército por ejemplo) y privadas de todo tipo instalaron cocinas comunitarias en las cercanías de los barrios inundados, donde se distribuía alimentos calientes. Los mayores problemas sucedían con la distribución de mercaderías y ropas. El día 3 se habilitaron dos centros de ayuda en instalaciones de los clubes Unión y Gimnasia y Esgrima de Ciudadela, pero el día 5 se suspendió la distribución ya que era un “barril sin fondo”, inmanejable. Se repartían toneladas de suministros y, a pesar de esto, las colas eran inmensas. De esta manera no se podía garantizar la llegada de la ayuda a los afectados, en una ciudad donde los niveles de pobreza e indigencia eran altísimos. La distribución se reinició el día 10, y el 13 se decide realizar un registro de autoevacuados para finalmente instrumentar un sistema de cupones que permitió una mayor organización y control.
La ayuda alimenticia (una vez organizada) constaba de raciones calientes (dos por día: almuerzo y cena) para los centros de evacuados, donde se servían a un número mayor de los que pernoctan en ellos, para atender a auto-evacuados y población que habiendo regresado a su casa no tenían posibilidad de cocinar, además se repartía alimentos secos y frescos para desayuno y merienda.
La contratación de las raciones de comida se hizo por medio de concursos de precios dentro de la inmediatez y las limitaciones en el número de oferentes. Vale mencionar que al poco tiempo los precios ofrecidos fueron reajustados para abajo. Los establecimientos proveedores de raciones fueron controlados por Salud en los aspectos de saneamiento y calidad de las raciones, a pesar de ello hubo diversos reclamos en los centros de evacuados acerca de problemas de calidad, temperatura, repetición de menúes.
Simultáneamente, mientras algunos barrios recién se evacuaban en otros (en general los menos afectados) ya comenzaban a regresar a sus hogares. Para facilitar el retorno gradual de los damnificados a sus viviendas se repartieron desde los primeros días kits de limpieza y medicinas, asistencia alimenticia, ropas, colchones y frazadas. Al comenzar el retorno, se conformaba el Comité de Emergencia Ambiental (ver Cap. 6) y se comenzaba a evaluar alternativas y medios necesarios para gestionar los miles de toneladas de residuos, que provenientes de los domicilios empezaban a formar inmensas pilas en las calles. Desde el Ministerio de Salud y la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia se llevó a cabo un control ambiental en puntos de posibles volcamientos de residuos peligrosos, y se organizó un sistema de ubicación y recolección de cadáveres de animales, debido a su peligrosidad por el alto contenido putrescible.
Como se dijera, el número de personas perdidas era inmenso y la prioridad en los centros de evacuados era encontrarlas. El día 30 de abril la Federación Universitaria del Litoral y la Universidad Tecnológica Nacional organizaron un centro de información para localizar desencontrados y la edición del Litoral del día 2 incluyó una nómina de desencontrados (que eran miles) y una columna de teléfonos útiles.
La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) organizo un Centro de evacuados en sus instalaciones con mas de 1200 evacuados y un sistema de control medico ,dietario y otras actividades a cargo de estudiantes y docentes.
No debe olvidarse que todavía había grandes barrios llenos de agua, y se esperaban cifras de muertos muy elevadas al ésta. Como en toda catástrofe, las versiones sobre morgues e incluso camiones térmicos llenos de cadáveres eran parte del comentario de la población, y para esto ayudaba mucho la gran cantidad de desencontrados (primero llamados desaparecidos), la incertidumbre respecto al efectivo rescate de miles de personas durante la inundación y la falta de credibilidad de la población respecto a la información oficial. El día 7 ya la cifra de desencontrados, que había llegado a 1750 personas, bajó sensiblemente. Para esto se realizó un re chequeo de denuncias por desaparición encontrando muchas denuncias múltiples, y que mucha gente que se había re encontrado no lo había comunicado a los registros
La atención de la salud se desarrolla en capítulos aparte, pero vale la pena remarcar que ya el día 30 de abril los ministros nacionales Ginés González García (Salud) y Doga (Desarrollo Social) se encontraban en Santa Fe enviados por el gobierno nacional.
La seguridad en la zona inundada fue otro aspecto complicado, ya que se repetían los saqueos en algunas de las viviendas inundadas. Esto generaba en los vecinos una angustia suplementaria e incluso muchos de ellos armados desde los techos defendían sus pertenencias. La provincia, en el marco de la Ley Nacional de Seguridad Interior, dispuso un operativo especial convocando a Gendarmería, Prefectura y Ejército (este último como apoyo). La ciudad quedó “militarizada”: Gendarmería controlaba los bordes del área inundada mientras Prefectura se encargaba del patrullaje de las zonas con agua utilizando incluso helicópteros, 1800 efectivos del Ejército colaboraban como apoyo.
La ciudad sufría cortes rotativos de energía eléctrica debido a la salida de servicio de la estación transformadora Santa Fe Oeste, también inundada.
La recolección de basura, tema que se desarrolla en el Cap. 6, quedó suspendida en el resto de la ciudad y se retomó el día 2 de mayo.
La ciudad comenzó a romper su incomunicación vial con la apertura del puente carretero, pero la gigantesca cantidad de vehículos de gran porte que transportaban no solo ayuda (en muchos casos conteniendo cosas no necesarias en esos momentos) sino también insumos normales para la ciudad, produjo muchas dificultades de transito que llevaron a restringir éste por horarios, estableciendo a la ciudad de Santa Fe como “aduana seca” para evitar que sea usada como punto de paso.
Un párrafo especial merecen los esfuerzos realizados por distintas ONGs preocupadas por los animales. La Asociación de Defensa de los Derechos del Animal, la Sociedad Protectora de Animales, entre otras, tomó a su cargo la responsabilidad de rescatar y refugiar muchos animales. Incluso se organizó un sistema para alimentar a aquéllos cientos que habían permanecían sobre el techo de las casas, contando con apoyo de ONGs del resto del país, Laboratorios Veterinarios, Industrias de Alimento Balanceado, etc. La Facultad de Veterinaria de la UNL organizó brigadas para vacunar y atender a las mascotas e incluso se organizó un lugar para los caballos. Esto tuvo impacto no sólo sobre los animales sino, como es sabido, sobre la salud de la población. Una vez más la solidaridad emergió desde todos los niveles posibles, cada cual haciendo lo suyo.

Aspectos Legales Organizativos
Sumado a los decretos provinciales de emergencia hídrica de los meses de enero y febrero de 2003, el 29 de abril fue decretado por el gobierno provincial el Estado de Emergencia (Decreto Nro. 0963). A nivel nacional el poder Ejecutivo y el Congreso Nacional declararon zona de desastre a distintos departamentos provinciales (Decreto Nacional Nro. 1097/2003 del 7 de mayo y Ley Nacional Nro. 25.735 del 8 de mayo). A nivel provincial se aprobaron en el mes de mayo una serie de decretos complementarios que crearon el Comité de Emergencia, delegaron en el Ministro de Gobierno provincial la conducción de las operaciones de emergencia y constituyeron la Subsecretaría de Emergencia del gobierno provincial, por encima de la Dirección de Defensa Civil, esta última de actuación (inacción) muy cuestionada. Se constituyó un equipo operativo de apoyo a los centros de evacuados con participación del Municipio, la Provincia y el Ejército Nacional. Coordinado por la Dirección de Protección Civil y la Secretaria de Seguridad Interior del Ministerio de Justicia contó con el concurso de los demás.


Imagen lateral del Hospital de Niños inundado (obsérvese la lancha que circula…) El Litoral