VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA Y CONTROL DE LAS ENFERMEDADES .Leptospirosis.

El Ministerio de Salud de la Nación a través de su Centro de Operaciones de Salud que operó en Sala de Situación, informó del despliegue de una estrategia de fortalecimiento de la Vigilancia epidemiológica, basado en una evaluación de la situación previa y, priorización de patologías identificadas para su control y vigilancia.
Los resultados publicados (con datos del Depto de Epidemiología de la Provincia de Santa Fe) para los casos de Enfermedad Tipo Influenza (ETI) se incrementaron a partir de la semana (SE 21) ,15 días después del inicio del fenómeno ambiental. El pico se produjo en la S.E.25 registrándose un total de 4.623 casos. Puede ese incremento corresponder a la intensa búsqueda de casos en centro de evacuados/o un aumento general de las notificaciones en el país (Bol Nº1,pagina 9) A junio 2003, se registraban  65 casos de varicela, 26 estaban en centros de evacuados (estaba entre la banda  de seguridad y éxito, del canal epidemiológico específico). No fue significativa la cantidad de casos en la evolución posterior.

5.1. La leptospirosis:

En la última década se realizaron estudios de brotes de leptospirosis en Santa Fe destacándose un importante aumento respecto de los 259 casos acumulados desde 1992 al año 2001. Seis días después de la catástrofe (Semana Epidemiológica 19), comenzaron a registrase casos con un pico en la SE 20. En total fueron confirmados para 2003, 299 casos., frente a los 61 casos del año 2002., y 69 en 2001. De los 299, 227 corresponden a la Zona V.( Dirección de Epidemiología, Santa Fe, marzo 2004)  (ver gráficos Ministerio de salud Santa Fe comparativo años 2001,2002,2003.


.Fuente: Dirección de Epidemiología, Subsecretaría de Salud Santa Fe.

En el caso de la leptospirosis las medidas debieron reforzarse porque Santa Fe es una zona endémica. La Dirección de Zoonosis informó en mayo 2003 que la localización de los nuevos casos de leptospirosis post inundación seguían un patrón relacionado con la banda del Río Salado, (desde mayo, a nivel provincial la mayoría de los casos se localizaban en zonas de Salud II, IV, V, VI y VIII contrario a los habitual de localizaciones en norte, este y sur provincial. Por otra parte, un fenómeno llamado “ratada” que es un período cada 50 años de crecimiento exponencial de la población de ratas en la Provincia, se anticipó al año 2001 (debía ocurrir teóricamente en el año  2030) lo que en las condiciones de acumulación de agua, basura sin precedentes sea también un caldo de cultivo para las enfermedades por animales domésticos pero principalmente por roedores abundantes en la zonas ribereñas de Santa Fe.

El Ministerio de Salud informó que se realizó quimioprofilaxis en humanos con doxiciclina para reducir en primera instancia la incidencia de los casos graves (personas que habían sufrido exposición con el agua de inundación), y en segunda instancia disminuir el riesgo de enfermar ante nueva exposición posible al volver a casa.
Para ejemplificar como se abordó desde el Hospital Base de la zona V (Dr.Cullen) el apoyo al control de leptospirosis en algunos centros de salud de su área Programa describimos el informe final de una intervención entre el 13 de mayo y el 6 de junio de 2003.
Las actividades  fueron coordinadas entre  Médicos Sin Fronteras y voluntarios de fundación IDEM, Cáritas y Escuela Superior de Saneamiento conjuntamente con  el Área Programática del Hospital Cullen. Las mismas se centraron en la administración de Doxiciclina para quimioprofilaxis de la leptospirosis en dosis recomendadas por el Ministerio de Salud en 100 mgr única dosis semanal en niños de 5 a 11 años y 200 mgr única dosis semanal para los mayores de esa edad.
El área a cubrir se consensuó a partir de los casos confirmados de leptospirosis, determinándose zonas de mayor riesgo o menor riesgo, según criterios epidemiológicos.
La primera vuelta se realizó  mediante  distribución  domiciliaria de doxiciclina. Esta intervención requirió  una organización y logística  sumamente compleja y una gran cantidad de recursos humanos voluntarios a disposición de esta tarea. La  primera vuelta  consiguió  muy buen grado de  cobertura en el barrio alejado del terraplén, pero  bajo grado  en los barrios más cercanos al terraplén en el sector oeste de Santa Rosa  dado que la población en estas áreas ha tardado más tiempo  en regresar a su casa a consecuencia del  impacto generado por  las inundaciones.
La segunda vuelta  fue  organizada  a partir de puntos fijos en diferentes zonas cubriendo principalmente el barrio, donde el retorno de la población a sus viviendas fué mayor y donde el riesgo se mantenía.
La Subsecretaría de Salud  impulsó junto a las mencionadas otras acciones para disminuir la transmisión de leptospirosis:

  • Evaluación de la presencia de roedores urbanos.
  • Capacitación del personal sanitario dirigido a permitir el diagnóstico temprano de la Leptospirosis.
  • Recomendaciones sobre conductas para disminuir el riesgo de la presencia de roedores. Se realizaron acciones de difusión, tendientes a informar a la población sobre las características de la enfermedad, los riesgos de contraerla y las formas de minimizarlos.
  • Quimioprofilaxis en caninos con penicilina / estreptomicina iniciadas en el mes de mayo.
  • Quimioprofilaxis poblacional en humanos con doxiciclina, monodosis semanal mientras dure el riesgo.
  • Vacunas en perros y gatos contra Leptospirosis.
  • Se administraron más de 40.000  monodosis de Doxiciclina en los siguientes lugares: Recreo, Monte Vera; barrios Las Lomas, Scarafía, Juventud del Norte, Villa Hipódromo, Piquete Las Flores, Villa del Parque, Barranquitas, Roma y Santa Rosa. La estrategia contempló dosis semanales mientras duró el riesgo.

La actividad desarrollada por los equipos que actuaban en terreno, fue acompañada de  un proceso de educación para la salud, coordinación con la municipalidad para  el retiro  de los  residuos y con el ministerio de salud  para  la distribución de material de limpieza.  Desde un inicio se intentó llevar a cabo una acción integral, para  lograr un mayor impacto de las acciones.
 
  El número total de tratamientos administrados fue de 28.200 (sumando 1ª. y 2ª. Dosis), sobre una población potencialmente afectada de 120.000 personas (.Llegan a 40.000 las dosis  administradas si se suman las de  otros barrios del Gran Santa Fe realizadas por otros efectores.)  Son interesantes las conclusiones del grupo del Hospital de Base Dr. J.J.Cullen que actuó:

  • La leptospirosis es una enfermedad endémica de la zona, emergente en fase post inundación inmediata.  Esto nos determinará un planteo de vigilancia epidemiológica a futuro que deberán encarar los equipos del programa “Acompañando a la gente” (Se desarrolló de junio a septiembre de 2003 y quedó desactivado por falta de apoyo presupuestario)..  Se debe constituir en una prioridad al efectuar el diseño de las herramientas de abordaje  integrales propuestas por el Área Programática.
  • La quimioprofilaxis como única estrategia de control, es incompleta si no se consideran acciones integrales de saneamiento del medio y protección de los individuos, en el campo del saneamiento ambiental.
  • La distribución domiciliaria es una estrategia compleja a nivel organizativo, que trae muchas dificultades en  su implementación en áreas urbanas y muy pobladas.
  • Es importante mantener una continuidad de las acciones y lugares de distribución de la quimioprofilaxis para una demanda espontánea a posteriori, estos lugares podrían las estructuras sanitarias funcionantes (Centros de APS) y los equipos móviles que actualmente se están implementando para fortalecer la APS.

5.2.Hepatitis A

 Desde inicio de 2003 y hasta la semana (SE) 17, se notificaron en la ciudad de Santa Fe 691  casos de Hepatitis A, lo que demuestra un incremento del 1.228% con respecto al mismo período del año anterior y corrobora la existencia de un brote con fecha de inicio anterior a la inundación. Desde el inicio de la misma (SE 18) se notificaron 201 casos de Hepatits A (de los cuales 176, el 88%,) no pertenecían a personas que residían en centros de evacuados. Se vacunó con una dosis única de antihepatitis A (15.073 dosis en los centros de evacuados, en población  de 1 a 14 años y aislamiento de pacientes en período de contagio hasta el 26/05/03.
Hasta la Semana Epidemiológica 32  la Provincia de Santa Fé ha sido una de las juridiscciones que  no notificó en el 2003 casos de hepatitis por encima de lo esperado (Resumen de perfil de morbilidad, Boletín Nº 1, Ministerio .Salud Nacional, agosto 2003.
Ver grafico con  corredor epidemiológico que esta en el Boletín Nº 1

Casos De Hepatitis A y S/E por Zonas de Salud , años 2001,2002 y 2003.


ZONA DE SALUD

CASOS (Nº
2001                   2002                           2003

I

55                     107                            617

II

63                       63                             207

III

23                       13                               87

IV

89                       50                             124

V

169 (12.5%)       466 (28.4%)             1674 (41%)

VI

121                       55                              227

VII

99                      107                             264

VIII

676 (50%)           781(47.6%)                  840 (20%)

TOTAL

1350                   1642                          4041

Fuente: Dirección epidemiología Provincia. de Santa Fe. Todos los datos suman las Hepatitis A con las Sin especificar. Ej: para el 2001, más del 50% son sin especificar.

 

Fuente: Dirección de Epidemiología de Subsecretaria de Salud Santa Fe.

 
Fuente: Dirección de Epidemiología Subsecretaria de Salud, Santa Fe

La subsecretaría de Salud impulsó por su lado medidas relacionadas con el propósito de disminuir el riesgo de Hepatitis A entre los evacuados mediante:

  • Provisión de Agua Potable a través de la empresa de Aguas Provinciales. Para aquellas lugares donde no se pudiera garantizar el servicio se entregaron, con recomendaciones estrictas, pastillas potabilizadoras de agua.
  • Recomendación de Higiene personal: primeramente se presentaron deficiencias por falta de duchas, dichas falencias se corrigieron progresivamente.
  • Vigilancia intensificada de Síndrome febril - ictérico.
  • Aislamiento inmediato de pacientes en período de contagio.

Habrá que evaluar si esa acción de vacunación y  quimioprofilaxis pudo ser un factor de prevención cierta para que  las difíciles  condiciones sanitarias no causaran un  incremento inusual de casos, tanto de hepatitis como de leptospirosis.
En este sentido, para el caso de la hepatitis A el  Manual de Enfermedades Infecciosas de OMS, dice refiriéndose a Medidas en caso de epidemia...:”en otros brotes, como los que se producen en guarderías, hospitales, asilos, y escuelas, no se considera que esté justificado el uso sistemática de la vacuna contra la hepatitis A...estos programas de inmunización pueda disminuir la incidencia de la enfermedad solamente en el grupo o grupos en que se “centra” la inmunización; no se ha valorado esta estrategia para poner fin al brote de toda la comunidad ....cuando hay personas en condiciones de aglomeración, saneamiento inadecuado y deficiencia de los abastecimientos de agua, si se presentan casos de hepatitis habrá que redoblar los esfuerzos para mejorar las medidas sanitarias y la pureza de los abastecimientos de agua...(Publicación Científica y técnica 581 OPS., 2001).

Finalmente, en la búsqueda de establecer las razones por las que ante la magnitud del evento en términos de personas afectadas (más del 30% de la población de distintos estratos sociales) es difícil establecer una relación causal entre las  acciones de inmunización y  quimioprofilaxis desarrolladas activamente en el post evento inmediato,  y las  cifras de leptospirosis y hepatitis A. Es necesario volver sobre la necesidad de explorar si en las decisiones de inmunizar  (caso de antihepatitis A) la demanda social de algo que “proteja” a la población en crisis, reconoce en esa actividad asistencial la medida científica apropiada. Queda abierta la hipótesis del papel psicoinmunobiológico de la vacunación y el eventual fortalecimiento de la respuesta inmunitaria “inespecífica” ( porque además de las comunes que producen inmunidad anticoqueluche, antidifteria, etc. se suma  una  “vacuna” que al fortalecer un vinculo afectivo baja la intensidad de  la situación stresante, sale al encuentro de la angustia del damnificado. Como se  sostiene científicamente, en investigaciones de la relación stress- eje hipotalamo-hipofisario ese vinculo que se establece entre enfermero, medico, asistente social, en los momentos de post stress puede aumentar las alicaídas defensas orgánicas de los afectados. Si bien  ya  es habitual que funcionarios, a la hora de decidir acciones de “salud”, deciden vacunar por razones no médicas sino por dar respuesta al riesgo en curso (errónea y costosa o no, en ultima instancia) desde necesidades políticas,  secundarias, en estos fundamentos psicoinmunológicos se podría encontrar algún sustento científico a su accionar “político”.
Finalmente, debe agregarse que la vacunación no sólo fue efectuada por las autoridades de salud a la población en “riesgo” sino que, producto de los rumores sobre brotes epidémicos o inminente propagación de enfermedades, la necesidad de vacunación aparecía como indispensable en el ánimo de toda la población. Esto llevó a que instituciones como varias Obras Sociales o Sindicatos ofrecieran vacunar libremente a sus afiliados, sin contar además los casos de vacunación en forma particular, que no están debidamente ponderados.
Casi todas las organizaciones que se ofrecieron a cooperar en la emergencia dispusieron de vacunadores y aportaron alimentos no perecederos para la población.

5.3. Mortalidad

La mortalidad de población afectada directamente por la inundación ( dentro del mes) como de las modificaciones que se observan en el incremento de las llamadas muertes” colaterales”  a muchos meses del  evento, ha sido uno de los temas más controvertidos en el campo sanitario y político santafesino.
El Ministerio de Salud de la Provincia y de  Nación reportaron el fallecimiento de 23 personas, constatadas judicialmente  en la Morgue del Hospital Dr. Cullen. En los cuadros siguientes se exponen datos referenciales:

Fallecidos

Hombres

Mujeres

23 personas

14

8

Según la causa:


Ahogamiento

Muerte súbita

Hipotermia

Natural

20

1

1

1

Por grupos de edad:

Menos de 1 año

3

Entre 1 y 12 años

1

Entre 13 y 21 años

0

Entre 22 y 54 años

2

Mas de 55 años

17

En los primeros días de la inundación , la dispersión de miles de grupos familiares como evacuados, autoevacuados, por la necesidad de alejarse abruptamente de sus casas y barrios donde el agua se llevaba vidas y enseres determinó que mas de 1500 personas fueran buscadas como desaparecidas al principio, como “desencontradas” después.
Al segundo día (01/05/03) de la irrupción brusca del agua en los barrios decían los Bomberos voluntarios:
"No hay que olvidarse de que estuvimos trabajando en el rescate de personas. Porque al principio eran sólo evacuaciones. Pero cuando entró a crecer el río, ya pasaron a ser rescates, porque tuvimos que romper paredes para entrar a las viviendas para sacar a la gente", señalaron los Bomberos voluntarios venidos de varias provincias...
Entre el trabajo de rescate, de sanidad, de atención a las personas que están arriba de los techos, también les tocó la evacuación de cadáveres: "Nosotros tenemos una cifra, no queremos contradecir a la oficial, pero está lejos de la oficial", señala el bombero Rocha. Su rostro refleja angustia y asegura: "Lo peor todavía no se vio, lo peor está viniendo y ahí nosotros no vamos a poder hacer nada... es cuando la gente ingrese a su casa".
La tarea de los bomberos voluntarios también incluye rescatar personas heridas y poner en riesgo sus propias vidas: "Hay muchos accidentes en este momento con la gente que está en los techos para cuidar su casa. En la oscuridad, hay heridos de bala, porque tiran al movimiento, al bulto. Tenemos miedo de ingresar y que el mismo personal que va a evacuar a las víctimas, termine muerto por el disparo de una persona, que a lo mejor no tiene esa intención. Es que les están robando todo y la gente está desesperada", trata de comprender.(Bomberos..El Litoral 01/05/03). Sobre el trabajo con los bomberos en situación de emergencia y el impacto emocional en ellos hay excelentes estudios de profesionales de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario. (Ver cita)
A propósito de esto señalaba el Diario El Litoral de Santa Fe:”Los muertos oficiales durante la inundación son 23. Pero están los otros. Los que fallecieron después, con el dolor atragantado, con la indignación contenida, con la tristeza y la impotencia de haber perdido todo.
"Mi mamá murió de tristeza después de la inundación (el 10 de julio). Y como ella, mucha gente grande del barrio", contó Lidia Avila.
La mamá de Graciela Romero también murió varios meses después. "La inundación aceleró su muerte. "Cuando vinimos a vivir a esta casa sobraba lugar y se alojó gente de barrio Centenario. La convivencia no fue buena porque tomaban cerveza y entraba y salía gente desconocida a toda hora. Eso a mi mamá no le gustaba y una vez discutió con ellos, se descompensó y falleció.
Coco es un vecino que se quedó a vivir en el barrio y vio partir a los otros. "Muchos rentaron sus casas y se fueron alquilar a otro barrio. Algunos no volvieron y no creo que lo hagan. Son pocos los que vienen a arreglar sus viviendas. Es que no tenemos con qué porque somos gente pobre", dijo. Y terminó con una frase que da escalofríos: "Mucha gente grande falleció".( en El  Litoral 15/02/04)

Muertes colaterales, un dato pendiente
Entre mayo y septiembre de 2003, es decir en los cinco meses posteriores a la catástrofe hídrica, se registraron 159 defunciones más que en el mismo período del año anterior en el departamento La Capital.
La cifra surge de un relevamiento realizado por el Registro Civil de Santa Fe que, tras el fenómeno hídrico que cambió la historia de la ciudad, recibió una fuerte demanda de información sobre las consecuencias que hubo en pérdida de vidas humanas, no sólo en forma directa sino también de manera indirecta.
La cifra de fallecimientos que son reconocidos de manera oficial como consecuencia directa de la inundación son 23, situación que ya fue informada a las autoridades de la Justicia federal, Justicia provincial y demás organismos oficiales de la provincia.
Por ahora, ese es el único dato objetivo. La cuestión de las muertes colaterales, es decir, defunciones que pudieron producirse de manera indirecta por la catástrofe (aún tiempo después del pico de crecida y como consecuencia de enfermedades preexistentes o desencadenadas de forma repentina) es un tema todavía no resuelto. No existen estudios sobre tasa de prevalencia de Stress Postraumático que sin ser muy alta en estos eventos pone de manifiesto la necesidad de intervenciones tempranas para evitar la cronificacion de los síntomas agudos.
Esta cifra de 159 muertes más que fueron registradas en los cinco meses mencionados puede leerse de distintas maneras. Para  el subdirector del organismo oficial que elaboró la estadística, Carlos Castañeda, no es demasiado significativa si se toma en cuenta el crecimiento vegetativo habitual. El mismo informe muestra que en algunos meses de 2002 se constataron más fallecimientos que un año anterior (126 si se suman julio, agosto y setiembre).
Mientras tanto, conviene repasar las cifras que surgen de comparar los registros de 2002 con los de 2003: en mayo, el mes que siguió al desborde del Salado, se anotaron 420 defunciones (incluyendo nacidos muertos), mientras que en el mismo período de 2002 fueron 358. En junio de 2003 hubo 372 defunciones mientras que un año atrás se habían registrado 341.
En julio del año pasado hubo 474 muertes mientras que en el mismo mes del año anterior fueron 461 los trámites realizados en la oficina del Registro por esa causa.
En agosto de 2003 las defunciones registradas fueron 420 y en el mismo mes de 2002, 404. Por último, en setiembre de 2003 hubo 379 muertes y en ese mes de 2002 la cifra fue de 342; en 2001 habían sumado 308. (El Litoral   01/03/04).
Se constituyo una agrupación Empresas afectadas por la inundación (pequeños comercios y de servicios) y Casa de Derechos Humanos de Santa Fe que en un sitio web recibe denuncias de las llamadas muertes colaterales (fallecimientos de días o meses mas tarde de la inundación), en dos semanas de marzo 2004 habían recibido denuncias de 38 fallecidos.

Los organismos de derechos humanos de Santa Fe denunciaron ayer ante la Justicia la muerte de 43 personas por secuelas de la inundación que sufrió la ciudad hace un año. En una conferencia de prensa, y junto con familiares de las víctimas, aclararon que la cifra es "provisoria", ya que "aumenta día a día" con nuevas denuncias.
Hasta ahora, las autoridades han reconocido la muerte de 23 personas, ahogadas. Sus familiares están cobrando un "beneficio" mínimo de 45.000 pesos —que no es una indemnización—, establecido en la ley provincial 12.183, sancionada en diciembre. Los fundamentos de la norma atribuyen la tragedia únicamente a un "hecho natural". Pero en los últimos meses, muchos se acercaron a la agrupación Empresas Afectadas y a los organismos de derechos humanos para dar cuenta de la muerte de parientes por causas que vinculan con el desastre. "Después del estrés, cuando se ingresa en el distrés, hay un aumento considerable de la adrenalina, que produce vasoconstricción, con daños en los órganos blandos (cerebro, corazón, riñones) —explicó José Mustafhá, de Empresas Afectadas—. Yo sufrí ataques de pánico y mal de Parkinson, con 12 y 20 de presión, 200 pulsaciones por minuto y la sensación de que me estaba muriendo. Tuve la suerte de poder pagar la medicación." La denuncia por homicidio culposo incluye la desaparición de una persona y la muerte intrauterina del bebé de Viviana Alarcón, tras un embarazo a término. La presentación se agrega a la causa por estrago culposo calificado e incumplimiento de los deberes de funcionario público, en manos del juez Diego De La Torre. "Mi marido era totalmente sano. Caminaba 50 cuadras por día —contó Gladys, la esposa de Luis Gerosa (64)—. Cuando pudimos volver a casa, en el Barrio Roma, estaba desencajado. Trabajó hasta el día anterior a su muerte como preceptor en el Colegio Industrial". Murió el 11 de junio por insuficiencia cardiorrespiratoria, tras un cuadro depresivo con hipertensión.sufrió un infarto. A pesar de que era cardíaco y de haber estado diez horas en el agua antes de ser rescatado, al regresar "dio mucha fuerza al barrio, se reía, tenía mucha resistencia —recordó su hija Gladys—. Pero empezó a deprimirse y no pudo más." La tragedia golpeó sobre todo a los ancianos: 22 de las víctimas tenían más de 70 años. Pero la lista también incluye a cuatro personas de 40 a 49 años y a nueve que tenían entre 50 y 59 años. El informe consigna que 14 de las muertes se produjeron duran te el primer mes. La gran mayoría —incluyendo a las víctimas "oficiales"— se concentra en los barrios del sur, adonde el agua tardó muchas horas en llegar. "Esto es una injusticia total. Pudo haberse evitado. Podrían haber avisado, para tomar recaudos", se indignó Miriam de Perezlindo, sin consuelo por la ausencia de su suegro. Algunos perdieron sus remedios bajo el agua. Otros se enfermaron a los pocos días y no tuvieron atención adecuada. Otros vieron agravarse súbitamente patologías que estaban bajo control. En los datos médicos recogidos predominan los infartos y los paros cardiorrespiratorios. La presentación judicial incluye además el caso de Lorenzo Gómez, un carpintero de 72 años que sufrió un accidente cerebrovascular al ver llegar el agua, y pudo ser rescatado recién nueve horas después. Quedó hemipléjico y sin habla. "Perdió todo el taller —señaló su hija Laura—. No le dan pensión por invalidez porque mi mamá cobra 137 pesos de una pensión por vejez. Le retiraron la caja de alimentos. Y no le reponen las herramientas porque dicen que, al estar discapacitado, no puede trabajar."
"Este es sólo un primer caso de los 'secuelados' —remarcó la abogada Lucila Puyol—, una muestra para alertar al Gobierno, para que no haya más muertes." Sibila Camps (Clarín, abril 2004.

5.4. Control de Enfermedades en Albergues y Vigilancia Epidemiológica
El control de enfermedades y la vigilancia epidemiológica en los albergues tuvo muy variados actores que con sus medios, propios o recibidos al efecto actuaron más o menos coordinadamente en la emergencia. La diversidad de infraestructura, las dificultades de disponibilidades de baños y agua potable (insuficiente capacidad de ingreso y almacenaje de agua en las escuelas, según el servicio de Aguas de la Provincia, no adaptadas a este circunstancia, las distintas organizaciones gubernamentales y ONG que prestaban su ayuda solidaria a los damnificados y desde su propia experiencia organizativa fueron un complejo escenario de actividades, decisiones y contradicciones que amerita analizar.
Lo principal de la asistencia médica, de enfermería, provenía de la actividad de los grupos específicos que se enviaban desde los Hospitales Base de la Zona V. Lo principal de la dación de medicamentos y las vacunaciones para la prevención de hepatitis A como asimismo las dosis de quimiprofilaxis para leptospirosis estuvo a cargo del sector salud provincial con apoyo del Ministerio de Salud de Nación, con ayuda de ONG’ s como Médicos sin Frontera, y otros. Cruz Roja Argentina participó con una legión de voluntarios especialmente dedicados a los aspectos de provisión de alimentos, enseres de limpieza, ropa, etc. También en la construcción de viviendas (módulos transitorios) en cooperación con Cruz Roja Alemana.

La evacuación de mas de 130.000 personas en pocos días (el informe oficial Ministerio de Salud de Nación, Parte diario Nº 20 15/5/03) indica que el 29 de abril, se crean  los primeros 50 centros  llegando al máximo de 475 centros de evacuados con 75036 personas el 7 de mayo.  Al 15 de mayo habían 276 centros con 49317 ocupantes.(Ver Grafico Boletín Ministerio de Salud)  A la cifra total aproximada se llega sumando a los  de centros específicos, los llamados autoevacuados, personas que abandonaron sus hogares y están  en casas de familiares e incluso migraron a otra provincia. Esta necesidad crítica  agregó a la sorpresa, estupor y desesperación de la población afectada, el hecho que no había ninguna previsión sobre posibles lugares de evacuación de personas. Galpones ferroviarios, con vagones en desuso y malas condiciones de higiene de una ex terminal de trenes del Ferrocarril Belgrano, escuelas, parroquias, depósitos vacíos, centros vecinales, clubes deportivos, partidos políticos, universidades. etc. fueron los albergues improvisados sobre la marcha.

La rapidez de la evacuación de los barrios mas inundados (con gomones, canoas, a pie,) hizo que las brigadas de rescate o “la propia gente que salvaba gente”, recogieran niños, mayores o ancianos sin poder reparar en su pertenencia familiar lo que dispersó en los hechos a miles de miembros de las mismas familias en diferentes lugares. Ello dio lugar a que en los primeros días la gente buscara desesperadamente a sus familiares (“los desencontrados”). La radio local se constituyó de hecho en localizador de familiares, demandado por los oyentes. Sin estar previsto en un Plan de contingencia, la Universidad Tecnológica Nacional (que  albergo a 1200 evacuados) confeccionó compartiendo con la Universidad Nacional del Litoral, un registro de más de 90.000 evacuados, registro que fue utilizado por hospitales como base de datos para la localización de acciones de salud en los centros de evacuados.
La radio y el comedor universitario manejado por los estudiantes dio un gran apoyo a los damnificados que se alojaban en un gimnasio de la UTN:
 
Radio y lugares de reposo de los evacuados en la UTN. Fotos Ing.Rudy Grether

El hacinamiento en esos refugios temporales, la falta de suministro apropiado de agua y de eliminación de excretas, la acumulación de miles de toneladas de basura en las calles producto de los desechos domiciliarios que quedaban al vaciar las casas anegadas durante días y sin recolección asegurada, impuso a las diferentes áreas del sector salud la necesidad desde el comienzo de la emergencia de desarrollar y fortalecer acciones destinadas a atender la demanda asistencial inmediata. Al mismo tiempo el control de enfermedades y las condiciones de higiene criticas llevaron a poner énfasis en la acción de equipos con médicos y enfermeras en los centros donde se daban casos de diarreas, enfermedades respiratorias agudas (se mantenía la baja temperatura por las continuas lluvias). En aquellos centros cuya atención estaba asignada a la áreas programa se armaron equipos destinados a desarrollar tareas de vigilancia epidemiológica, dación de medicamentos para agudos o a diabéticos, hipertensos, discapacitados, neoplásicos que fueron detectados por los equipos.

5.5. Control de Vectores y Zoonosis
Las tareas de control de vectores tuvo varios protagonistas, desde el sector salud, con las orientaciones dadas por la Subsecretaria y a través de efectores del área Programa, desde algunas ONG’s, y en particular desde instituciones de formación y profesionales de las Ciencias Veterinarias
A raíz de la emergencia hídrica en la ciudad de Santa Fe, la Facultad de Ciencias Veterinarias, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), junto con el Colegio de Médicos Veterinarios, puso en práctica un operativo cuya finalidad consistió en la prevención de enfermedades transmisibles entre los animales y el hombre (zoonosis).
La actividad estuvo a cargo de docentes y alumnos avanzados de la carrera, desarrollándose inicialmente en los centros de evacuados.
Desde la Facultad de Ciencias Veterinarias se informó que "algunos animales constituyen un reservorio de enfermedades importantes que pueden trasladarse al hombre, por lo que esta tarea consiste en brindar medidas de prevención tales como diagnóstico y tratamiento".
"También se provee un conjunto de acciones educativas complementarias que contribuyen a reducir la posibilidad de aparición de zoonosis, dado que en las zonas afectadas por desastres, el riesgo de transmisión aumenta", señalaron.
El operativo  comenzó el 2 de mayo,  visitando la mayoría de los centros de evacuados de mayor magnitud. Se solicitó la colaboración de los tenedores de mascotas en dichos centros para facilitar la tarea de los mencionados equipos.
De acuerdo a las situaciones que se registraban, el trabajo de los profesionales se orientó a los siguientes aspectos, con diferentes alcances prácticos:
  Sanitarias. Separar los animales de las personas, en un alojamiento lindante a dicho centro, procediendo al tratamiento de parásitos internos; vigilancia epidemiológica para la detección temprana de problemas sanitarios en el alojamiento y disponer de información de salud humana, sobre zoonosis y eventuales accidentes de personas, causados por animales. Además se vacunó contra la rabia, leptospirosis y moquillo.
  De contención. Continuar con los animales en los centros de evacuados, siempre que se realice la separación de grandes animales, por los posibles accidentes, permaneciendo sólo mascotas, tratamiento de parásitos internos y en el caso específico de aves, tratamiento contra Clamidiasis-Psitacosis y vigilancia ante la sospecha de contar con esta enfermedad. Control estricto de la higiene del piso del centro, educación sanitaria, dirigida a todas las personas del Centro; aislamiento de animales con enfermedades de difícil o largo tratamiento, que constituyan riesgo para la salud de las personas, o agresivos; vigilancia epidemiológica, para la detección temprana de problemas sanitarios en el centro de evacuados. Esta acción debió estar coordinada con información de salud humana en el centro."Si bien esta última opción es más compleja, es aconsejable porque permite cierto grado de contención afectiva, tan necesaria en crisis como la que están viviendo los evacuados. Además es más económica, ya que construir refugios adecuados para los animales además de caro, necesita de vigilancia policial permanente, restando recursos para la atención de las personas que es la prioridad excluyente", expresaron desde la Facultad de Ciencias Veterinarias.

  • Relevamiento de Población Canina en los Centros de Evacuados.
  • Instrumentación de guarderías caninas para cuidado y reconocimiento de mascotas perdidas por parte de sus dueños.
  • Los operadores desde el área Programa recomendaban mantener a los perros fuera del predio ocupado por los evacuados.
  • Disposición final adecuada de animales muertos.
  • Vacunación contra la rabia.
  • Vacunación contra leptospirosis.
  • Quimioprofilaxis a canes para leptospirosis.
  • Desparasitación.
  • Tratamiento antisárnico.
  • Evaluación de roedores en ocho puntos de la ciudad de Santa Fe.
  • Se elaboraron recomendaciones para el control de roedores, ajustadas a las necesidades de la situación cambiante durante el saneamiento ambiental.
  • Desinfección, desinsectación y desratización de escuelas