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El
Agua en Situaciones de Emergencia (OPS, 1999)
Los
servicios como el abastecimiento de agua y el alcantarillado son
vulnerables a los desastres; las instalaciones se pueden dañar,
las tuberías se pueden romper y las operaciones se pueden
interrumpir por cortes de energía eléctrica. Después
de los desastres, el agua se convierte en el bien más importante
para la población afectada y la
escasez o contaminación de este recurso puede tener consecuencias
muy graves sobre la salud pública.
El agua es uno de los principales medios de transmisión de
enfermedades, por consiguiente, al proveer la cantidad adecuada
de agua a las poblaciones afectadas, las autoridades deben asegurar
su potabilidad. Para proteger la higiene pública, las autoridades
también
deben garantizar un saneamiento adecuado, la disposición
de los residuos, la higiene de los alimentos y prevenir la reproducción
de vectores.
Además del abastecimiento de agua, existen otros sectores
que pueden resultar afectados por los grandes desastres, tales como
los servicios de salud, las telecomunicaciones, el suministro de
energía y la infraestructura y servicios de transporte. Desde
el punto de vista de la salud, los planes nacionales, regionales
y locales de preparación y prevención ante desastres
deben incluir a todos estos sectores.
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