PLAN HOSPITALARIO PARA DESASTRES

Todo hospital expuesto a amenazas naturales o humanas debe estar acondicionado para soportar el impacto de un desastre y para prestar asistencia a las víctimas en los momentos críticos posteriores. Ello exige reducir oportunamente la vulnerabilidad de sus componentes físicos y organizativos y hacer preparativos para dar respuesta oportuna y adecuada a la demanda masiva.
La planificación para desastres debe establecer los objetivos y metas de los preparativos y la respuesta, el plan es un instrumento de trabajo para alcanzarlos racionalizando el empleo de los recursos disponibles.
Este documento concentra las abigarradas actividades del hospital en tres procesos prioritarios que simplifican las acciones y definen las responsabilidades de personas y equipos, para ello se ha privilegiado lo pragmático y conciso. Cada nosocomio debe adecuar el plan según sus riesgos más probables y sus posibilidades operativas en forma realista y creativa.
La mayor vulnerabilidad del plan radica en lograr viabilidad -principalmente técnica- y el apoyo del personal. La Dirección del establecimiento y el Comité Hospitalario de Desastres son los responsables de su sostenibilidad, ello influirá poderosamente en la supervivencia de las víctimas. Este documento debe actualizarse cada año, pero el trabajo del comité debe ser permanente.
Todo el personal debe tener los conocimientos, las destrezas y la preparación psicológica suficientes para superar el trance del desastre y poder cumplir sus labores con eficacia. No es suficiente enseñar, es indispensable comprobar la suficiencia individual y grupal.
Un desastre es la prueba suprema para una instalación de salud, también lo es para sus autoridades y sus trabajadores. Estar listos es la mejor medida.

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