Guías Técnicas sobre
Saneamiento, Agua y Salud
(OMS/OPS)


14 - Ssaneamiento de emergencia--opciones técnicas

La provisión inmediata del suministro de agua limpia y de instalaciones de saneamiento en los campos de refugiados es esencial para la salud, el bienestar y, en algunos casos, aun para la supervivencia de los refugiados.

Al saneamiento generalmente se le asigna una prioridad mucho más baja que al agua limpia, pero es igual de importante para el control de la mayoría de las enfermedades comunes encontradas en los campos de refugiados.

El saneamiento es la eliminación eficiente de los excrementos, la orina, los residuos y el barro. Como la defecación indiscriminada al aire libre es normalmente el peligro inicial para la salud en los campos de refugiados, esta nota resume las formas como se puede controlar temporalmente, mientras se diseñan soluciones a largo plazo.

Medidas inmediatas

Las opciones técnicas para la disposición de emergencia de los excrementos son limitadas y simples. Sin embargo, para que funcionen, es necesario administrarlas bien y que la comunidad las entienda y apoye.

Las tareas inmediatas en un nuevo campo incluyen:

  • obtener los servicios de un buen traductor y consultar con todos los interesados, lo cual incluye a los representantes de los refugiados, las agencias de ayuda y los funcionarios del gobierno;
  • examinar el lugar para obtener información sobre las instalaciones de salubridad existentes (si las hay), el trazado del lugar, los grupos de población, la topografía, las condiciones del suelo y los materiales de construcción disponibles;
  • impedir la defecación al aire libre en áreas en que probablemente se puedan contaminar la cadena alimenticia o los suministros de agua; y
  • seleccionar las áreas en donde se pueda permitir la defecación sin peligro.

Prevención de defecación en ciertas áreas

Cuando un grupo grande de personas defeca indiscriminadamente al aire libre, lo primero que se debe hacer es proteger la cadena alimentaria y los suministros de agua de la contaminación. Esto significa impedir que las personas defequen en:

  • los bancos de los ríos, arroyos o lagos que se puedan usar como fuentes de agua. Si el agua se va a extraer de pozos poco profundos es importante asegurarse de que estén situados río arriba de las áreas de defecación, o
  • la tierra cultivada con sembrados, en especial, si se van a manipular o a cosechar próximamente para el consumo humano.

El mantener a las personas lejos de esas áreas puede no ser fácil, en especial, cuando existen hábitos tradicionales que hacen comunes estas prácticas. Puede ser necesario construir una barrera física, como una cerca, que puede requerir patrullaje. A pesar de todo, las medidas inmediatas para controlar la defecación indiscriminada al aire libre no deben ser solamente negativas; es mucho mejor designar áreas en donde se permita la defecación que cercar aquéllas en las que no se permite.

Campos para la defecación

Las áreas con límites fijos en las que se permite la defecación al aire libre se conocen como campos de “excreción” o de “defecación”. El uso de estos campos permite focalizar la contaminación y hace que la administración y la limpieza del sitio sean más sencillas de llevar a cabo. Se deben ubicar cuidadosamente para que la comunidad tenga un fácil acceso a ellas y para que no contaminen los suministros de agua ni las fuentes de comida. Es mejor si existen varios campos a más o menos los mismos intervalos por todo el lugar, pues esto reduce la distancia que debe caminar la mayoría de los usuarios y permite la flexibilidad de operación y la separación por sexos.

El campo para la defecación al aire libre debe ser tan grande como sea posible, pero no debe estar disponible en su totalidad para su uso al mismo tiempo. Es mejor dividir el campo en franjas, para que se pueda usar una franja distinta cada día. Se debe usar la franja más lejana de la comunidad primero para que las personas no tenga que caminar sobre el piso contaminado para llegar al área designada (figura 1).

Figura 1. Plan de un campo para la defecación

Medidas intermedias

La vida útil de los campos de defecación al aire libre no es muy larga porque las áreas contaminadas por los excrementos no se pueden volver a usar, a no ser que se establezca un sistema para cubrir los excrementos con tierra. Su propósito es proporcionar tiempo para la construcción de las letrinas.

La solución ideal es suplir a cada familia con su propia letrina, pero si no es la estructura más simple (figura 2), no es viable ni se recomienda inmediatamente. Durante los primeros días no se va a saber cuánto tiempo va a pasar antes de que la situación que causó la interrupción en la comunidad de refugiados regrese a la normalidad.

Figura 2. Letrina poco profunda para familias

Además, es natural que los refugiados se encuentren agitados en esta etapa y que no quieran o no puedan comprometerse con el mantenimiento de estructuras permanentes o semipermanentes que pueden sugerir que su desplazamiento se va a prolongar durante mucho tiempo. Se requiere una solución intermedia que, generalmente, es alguna forma de letrina comunal, pues son rápidas y baratas de construir. Algunas se pueden conseguir en el comercio, pero son costosas y toman tiempo para transportarse al lugar. En la mayoría de los casos, las letrinas de “zanja” son la solución más sencilla (figuras 3 y 4).

Figura 3. Campos de defecación de zanja
Figura 4. Letrinas de zanja profunda

Letrinas de zanja

Una letrina de zanja es un hueco rectangular en el suelo. El hueco se debe cavar lo más profundo que sea posible –como 2 m– y puede estar revestido de madera si existe el peligro de que colapse. Puede ser de la longitud que sea conveniente, generalmente entre 5 y 10 m y entre 1 y 1,5 m de ancho. La zanja está atravesada por pares de tablas de madera en las que los usuarios se ponen en cuclillas (véase la figura 4). Hay un espacio entre las tablas por entre el cual los usuarios defecan. Preferiblemente, cada par de tablas está separado por una mampara simple para dar privacidad. En clima lluvioso se necesita un techo para evitar que la zanja se llene de agua lluvia. Se debe hacer una cuneta de drenaje para desviar el agua superficial.

Cada semana los contenidos de la zanja se cubren con una capa de tierra de 100 a 150 mm de profundidad. Esto reduce los olores y evita los criaderos de moscas en la zanja. Cuando el fondo de la zanja llegue a 300 mm de la superficie, se llena la zanja y se cierra la letrina.

Un sistema de letrinas de zanja demanda mucho trabajo y requiere supervisión constante. No sólo se deben cubrir diariamente los contenidos de cada letrina, sino que también se deben preparar nuevas letrinas, rellenar las viejas y limpiar frecuentemente las que están en uso. La supervisión minuciosa es esencial. Una letrina mal conservada rápidamente se vuelve ofensiva para la comunidad y se deja de usar.

Uso de las instalaciones existentes

Si los refugiados se asientan en áreas urbanas o cerca de ellas, puede ser posible usar instalaciones existentes como las alcantarillas, los baños públicos, las letrinas de balde o los drenajes de agua lluvia.

Letrinas de paquete móviles

En el hemisferio norte, las letrinas de paquete móviles son comunes. No existe ninguna razón por la que no se puedan usar en otros lugares, si se hacen las previsiones para la disposición final de los excrementos.

Letrinas de pozo

En las áreas con suelo profundo se pueden construir muchas letrinas de pozo en poco tiempo con barrenas de mano. Los huecos son usualmente de 30 a 50 cm de diámetro y de 2 a 5 m de profundidad. La parte superior de cada hueco se reviste con un tubo y dos piezas de madera para los apoyos para los pies. Las letrinas de pozo se deben cerrar cuando sus contenidos estén a 500 mm de la superficie.

Soluciones a largo plazo

Las letrinas de zanja o de pozo son sólo soluciones intermedias porque su operación demanda mucho trabajo y requieren supervisión constante. Apenas sea obvio que la comunidad probablemente permanezca alterada por algún tiempo, se deben buscar soluciones a largo plazo. En la mayoría de los casos, alguna forma de saneamiento en el lugar es lo más apropiado.

Movilización de la comunidad

La disposición segura de los excrementos en los campos de refugiados es primordialmente el resultado de una buena supervisión y administración, y esto sólo se puede lograr con la total colaboración de la comunidad. Por esta razón, es esencial que la comunidad se consulte absolutamente todo el tiempo, que se consideren sus puntos de vista y que se implementen sus sugerencias. Pueden surgir problemas pues las medidas inmediatas de saneamiento, generalmente, entran en conflicto con los hábitos personales y las costumbres sociales, pero unas medidas estrictas de control al comienzo, cuando las personas aún están desorientadas, usualmente las ayudan a acostumbrarse a las nuevas ideas y métodos. Después, la supervisión de los campos de defecación al aire libre y la vigilancia de las áreas protegidas pueden ser llevadas a cabo fácilmente por la comunidad misma.

La cooperación de la comunidad sólo se va a lograr y mantener, si se le mantiene totalmente informada de lo que se está haciendo y por qué. La información se divulga mejor a través de reuniones grupales o por contacto personal.

Reuniones grupales

Se pueden usar las reuniones grupales para avisarle a la comunidad lo que se propone, cómo funcionan los sistemas y por qué son importantes. Estas reuniones deben darle a la comunidad la oportunidad de cuestionar y opinar sobre lo que se propone. Es importante realizar todos los esfuerzos para incluir tantos de sus puntos de vista como sea posible. Durante las primeras etapas, la comunidad generalmente está demasiado cansada y confundida como para contribuir con las propuestas, pero esta etapa pasa rápidamente y muy pronto la comunidad comienza a tomar un gran interés en sus alrededores.

Contacto individual

Las reuniones grupales son efectivas para difundir información general, aunque existe la posibilidad de que no se llegue a algunas de las secciones de la comunidad y estas reuniones no son adecuadas para tratar problemas individuales. Para estas situaciones, el contacto personal es más apropiado. Se puede lograr mejorar la conciencia sobre la higiene más fácilmente, en especial entre las madres, haciéndolo de persona a persona o en grupos muy pequeños. Este tipo de educación es a largo plazo y muy lenta, pero se debe comenzar tan rápido como sea posible, pues es más sencillo establecer nuevos patrones de comportamiento en una comunidad antes de que se haya asentado.

Trabajo

La operación diaria de las letrinas y los programas de educación requieren un trabajo sustancial. Mientras que los puestos clave de administración probablemente se suplan desde fuera del área, la comunidad puede hacer mucho del trabajo inicial de rutina. En la mayoría de los casos, la comunidad está muy dispuesta a ayudar porque le da a la gente algo que hacer, prestigio y posiblemente una fuente de ingreso. La supervisión de las letrinas no es un trabajo popular y con seguridad tendrá que ser pago. Se puede mejorar la motivación dando uniformes y ropa de protección o haciendo instalaciones especiales para el baño de los supervisores. Las personas que trabajan en la operación de la letrinas requieren poco o ningún entrenamiento, pero los que están involucrados en la educación en salud y la distribución de la información van a requerir más.

Mayor información

Harvey, P., Baghri, S. y Reed R., (2002). Emergency Sanitation Assessment and programme design, WEDC, Loughborough University, UK.

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