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- Medición del cloro residual en el agua
La importancia del cloro en el agua
La mayoría de las enfermedades más comunes que se encuentran
en comunidades traumatizadas después de un desastre, están
relacionadas con el consumo de agua contaminada. La contaminación
se puede dar por microorganismos (tabla 1) o por productos químicos
naturales o hechos por el hombre (tabla 2). Esta hoja informativa se concentra
en los problemas causados por el consumo de agua contaminada con microorganismos,
puesto que son de lejos los más comunes y se pueden reducir con
la cloración. La contaminación química es difícil
de tratar y requiere conocimiento y equipos especializados.
Tabla
1. Enfermedades relacionadas
con el consumo de agua
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Diarrea*
Fiebre tifoidea*
Hepatitis*
Cólera*
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*El agua contaminada no es la única causa
de estas enfermedades; la cantidad de agua, la falta de saneamiento
y las malas prácticas de higiene también juegan un papel
importante. |
Tabla
2. Algunos contaminantes químicos
del agua para consumo que pueden ser
perjudiciales para la salud
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Arsénico
Cadmio
Cromo
Cianuro
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Flúor
Plomo
Mercurio |
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Las emergencias tienen tres efectos relevantes en las personas:
- obligan a las personas a mudarse a otros lugares donde la calidad
del agua puede ser diferente de la que consumen normalmente y para la
que no poseen inmunidad;
- obligan a las personas a vivir en malas condiciones, como en tiendas
o en construcciones temporales, lo que les hace difícil mantener
buenas prácticas de higiene, y
- afectan su dieta, generalmente reducen su valor nutricional, y las
hace más vulnerables a las enfermedades.
Por eso es tan importante que todas las personas afectadas por la emergencia
reciban agua de muy buena calidad.
Existen muchas formas para mejorar la calidad del agua para consumo.
Las más comunes son la decantación y el filtrado, seguidas
por la desinfección (las dos primeras se discuten en otras notas
de esta serie). La eliminación de los organismos patógenos
y la desinfección se pueden lograr de muchas formas, pero la más
común es mediante la adición de cloro. Sin embargo, el cloro
sólo actúa de forma correcta si el agua está limpia
(caja 1).
Caja 1. Cómo actúa
el cloro
Cuando se añade cloro, éste purifica
el agua al destruir la estructura celular de los organismos, lo
cual los elimina. Sin embargo, este proceso sólo funciona
si el cloro entra en contacto directo con los organismos. Si el
agua contiene lodo, las bacterias se pueden esconder dentro del
mismo y no son alcanzadas por el cloro.
El cloro necesita cierto tiempo para destruir todos
los organismos. En agua a una temperatura mayor de 18°C, el
cloro debe estar en contacto con el agua, al menos, durante 30 minutos.
Si el agua está más fría, el tiempo de contacto
se debe incrementar.
Por esta razón, es normal que se le añada
cloro al agua apenas se introduce en el tanque de almacenamiento
o en una tubería larga de distribución, para darle
tiempo a que el producto químico reaccione con el agua antes
de llegar al consumidor.
La efectividad del cloro también se ve afectada
por el pH (acidez) del agua. La cloración no es efectiva
si el pH es mayor de 7,2 o menor de 6,8.
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Cloro residual
El cloro es un producto químico relativamente barato y ampliamente
disponible que, cuando se disuelve en agua limpia en cantidad suficiente,
destruye la mayoría de los organismos causantes de enfermedades,
sin poner en peligro a las personas. Sin embargo, el cloro se consume
a medida que los organismos se destruyen. Si se añade suficiente
cloro, quedará un poco en el agua luego de que se eliminen todos
los organismos; se le llama cloro libre (figura 1). El cloro libre permanece
en el agua hasta perderse en el mundo exterior o hasta usarse para contrarrestar
una nueva contaminación.
Por esta razón, si se analiza el agua y se encuentra que todavía
existe cloro libre en ella, se comprueba que la mayoría de los
organismos peligrosos ya fueron eliminados del agua y, por lo tanto, es
seguro consumirla. A este procedimiento lo conocemos como medición
del cloro residual.
La medida del cloro residual en un suministro de agua es un método
simple pero importante para revisar si el agua que se suministra es segura
para beber.
Cuándo y dónde se analiza el agua
El cloro se usa como desinfectante con mayor frecuencia cuando el agua
se suministra mediante tuberías. La cloración regular de
otros suministros de agua es difícil y se reserva usualmente para
la desinfección después de la reparación y el mantenimiento.
Generalmente, el cloro residual se determina en los siguientes puntos:
- inmediatamente después de que se ha añadido el cloro
al agua para revisar que el proceso de cloración esté
funcionando;
- en el sitio de entrega al público más cercano al punto
de cloración, para verificar que los niveles de cloro residual
estén dentro de los límites establecidos (entre 0,5 y
0,2 mg/L);
- en el punto más lejano de la tubería, donde probablemente
los niveles de cloro residual sean los más bajos. Si los niveles
de cloro se encuentran por debajo de 0,2 mg/L, es necesario añadir
más cloro en un punto intermedio de la red de tuberías.
Precaución: todas las formas de
cloro son perjudiciales para la salud. Evite el contacto con la
piel y la inhalación de los vapores que de él se desprenden.
El cloro siempre debe almacenarse en recipientes fríos, oscuros,
secos, sellados y deben estar fuera del alcance de los niños.
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La cantidad de cloro residual cambia durante el día y la noche.
Si se asume que la red de tuberías está bajo presión
todo el tiempo (véase la caja 2), existe una tendencia a que haya
más cloro residual en el sistema durante el día que durante
la noche. Esto se debe a que el agua permanece en el sistema más
tiempo durante la noche (cuando la demanda es menor) y, por esta razón,
existe una mayor oportunidad para que el agua contaminada consuma el cloro
residual.
Caja 2. Cloración
y suministros intermitentes
No hay razón para clorar el agua en la red
de tuberías si el suministro es intermitente. Todos los sistemas
de tubería tienen fugas y, cuando se detiene el suministro
de agua, la presión baja y entra agua contaminada en los
tubos a través de las grietas en las paredes de los tubos.
Ningún nivel aceptable de cloro residual para los consumidores
puede neutralizar niveles tan altos de contaminación. Se
debe asumir que todos los suministros intermitentes de agua están
contaminados y se deben tomar las medidas necesarias para desinfectarla
en el punto de uso. |
El cloro residual se debe revisar frecuentemente. Si el sistema es nuevo
o se ha rehabilitado, se deben hacer chequeos diarios hasta que esté
seguro de que el proceso de cloración está funcionando correctamente.
Después de esto, haga, por lo menos, un control semanal.
Evaluación del cloro residual
La prueba más común es el indicador de DPD (dietil-para-fenil-diamina)
mediante un kit de comparación. Esta prueba es el método
más rápido y sencillo para evaluar el cloro residual.
En esta prueba, se añade una tableta de reactivo a una muestra
de agua, que la tiñe de rojo. La intensidad del color se compara
con una tabla de colores estándar para determinar la concentración
de cloro en el agua. Entre más intenso el color, mayor es la concentración
de cloro en el agua.
Hay muchos kits disponibles en el comercio para analizar el cloro residual
en el agua, como el que se muestra más abajo. Los kits son pequeños
y portátiles.
Lista de control de la
cloración
- El cloro debe estar en contacto con el agua,
por lo menos, media hora para desinfectarla. El mejor momento
para añadirlo es después de todos los otros procesos
de tratamiento y antes de su almacenamiento y uso.
- Nunca añada cloro antes de la filtración
lenta por arena o por cualquier otro proceso biológico,
pues el cloro elimina las bacterias que ayudan en el tratamiento,
lo cual lo torna inefectivo.
- Nunca añada ninguna forma sólida
de cloro directamente al suministro de agua, pues no se mezcla
ni se disuelve. Siempre haga primero una pasta, mezclando el compuesto
con un poco de agua.
- La desinfección es sólo una defensa
contra las enfermedades. Se deben hacer todos los esfuerzos posibles
para proteger las fuentes de agua de la contaminación y
prevenir la subsecuente contaminación durante su recolección
y almacenamiento.
- Se debe seguir estrictamente el procedimiento
correcto para aplicar el desinfectante al agua y se debe hacer
un control regular de los suministros de agua para asegurarse
de que estén libres de bacterias. De otra forma, se puede
engañar a las personas pues creerán que el agua
es potable cuando, de hecho, es riesgoso consumirla.
- El cloro residual óptimo en un suministro
pequeño y comunal de agua está en el rango de 0,3
a 0,5 mg/L.
- La dosis de cloro necesaria para desinfectar
un suministro de agua se incrementa si está muy turbia.
En estas circunstancias, es mejor tratar el agua para reducir
la turbiedad antes de la cloración.
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Mayor información
OMS (2004) Guidelines for drinking water quality, 3RD ED.,
OMS, Ginebra.
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