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- Limpieza y desinfección de pozos artesianos
Pasos para la limpieza y la desinfección
En la figura 1 se esquematiza el enfoque de cinco pasos para la limpieza
y la desinfección de los pozos artesianos después de un
desastre natural. Es un abordaje de emergencia diseñado para rehabilitar
los pozos con el fin de suministrar agua de calidad similar a la que se
brindaba antes del desastre.
Paso 1. Inventario de los pozos existentes
El desastre pudo haber contaminado o dañado un extenso número
de pozos. El primer paso debe ser la selección de los pozos que
hay que reparar primero. Las siguientes acciones pueden ayudar a hacer
la selección.
- Reúnase con los líderes de la comunidad y pídales
que hagan un breve recuento de los pozos y de los sectores de la comunidad
a los que les suministran agua.
- Seleccione los pozos que se usan más comúnmente para
proveerse de agua potable.
- Evalúe el tipo y la extensión del daño causado
a la parte de superior del pozo.
- Estime la cantidad de lodo y escombros que se encuentran en el pozo.
- Pruebe la bomba para saber si aún está en funcionamiento
o para determinar las reparaciones que requiere.
- Estime los recursos que se necesitan para las reparaciones (personal,
equipo, tiempo y materiales).
- Seleccione los pozos más usados y que se puedan reparar primero
con mayor facilidad.
Paso 2. Rehabilitación y limpieza
de los pozos
La desinfección de un pozo sin antes eliminar la fuente de contaminación,
tan sólo brinda una protección temporal de la salud. La
rehabilitación puede incluir lo siguiente:
- Reparación o reemplazo del mecanismo de bombeo.
- Remoción del agua contaminada y de los escombros del pozo
con baldes o con bombas.
- Sellamiento de la parte superior del pozo con una cubierta sanitaria
de arcilla construida a su alrededor (figura 2).
- Construcción de un terraplén con drenaje y un brocal
para evitar que el agua de la superficie, los insectos y los roedores
entren al pozo.
- Recubrir el pozo para reducir la contaminación bajo la superficie.
Control de la turbiedad y del pH
Después de la limpieza y de la reparación, se debe permitir
que el nivel del agua del pozo regrese a su posición normal. Se
debe medir la turbiedad y el pH para saber si la cloración del
agua será efectiva. Esto se puede hacer usando equipos simples
de mano como los que se muestran en la figura 3. Nunca se debe tratar
con cloro el agua turbia porque las partículas en suspensión,
posiblemente, protejan a los microorganismos. En la tabla 1 se explica
porqué el pH y la turbiedad son importantes y lo que se puede hacer
para garantizar que se obtengan los niveles recomendados.
Si la turbiedad del agua del pozo es mayor de 5 NTU (Nephelometric Turbidity
Units) (unidades nefelométricas de turbiedad) después de
las etapas de limpieza y rehabilitación, se debe sacar nuevamente
toda el agua del pozo y restregar el recubrimiento del pozo con blanqueador
(hipoclorito de sodio) muy concentrado, disuelto en agua. Se debe permitir
que el pozo se llene nuevamente de agua y se deben evaluar de nuevo los
niveles de turbiedad, para confirmar que sean los recomendados.
Del blanqueador se desprende cloro en
forma de gas, el cual es muy peligroso. Se debe limpiar bien el
recubrimiento del pozo desde afuera, usando un cepillo de mango
largo.
Si es necesario ingresar al pozo, se debe utilizar un traje completo
de protección y un respirador, y proveer una buena circulación
de aire dentro del pozo para que extraiga el cloro en forma de gas.
|
Paso 3. Desinfección del pozo
La OMS respalda la desinfección del agua potable en las situaciones
de emergencia. Existen varias formas de hacerlo, y la más común
es el tratamiento con cloro, dado que queda un nivel residual el desinfectante
en el agua luego de la cloración.
El cloro tiene las ventajas de tener una amplia disponibilidad, ser sencillo
de medir y de usar, y disolverse fácilmente en el agua. Sus desventajas
incluyen ser una sustancia peligrosa (que se debe manejar con cuidado)
y no ser efectivo contra todos los agentes patógenos (por ejemplo,
quistes y virus, los cuales requieren mayores concentraciones de cloro).
El compuesto de cloro que más se usa es el hipoclorito de calcio,
en su presentación de hipoclorito para pruebas de precisión
(high test hypochlorite, HTH) en polvo o granulado. También se
usa el hipoclorito de sodio en forma de blanqueador líquido o en
polvo. Cada compuesto de cloro tiene una cantidad diferente de cloro utilizable
que depende del tiempo que el producto haya estado almacenado o expuesto
a la atmósfera y la forma como se haya hecho.
| Tabla 1. Parámetros
físico-químicos |
Parámetro |
GDWQ, OMS |
¿Por qué? |
Acción correctiva |
| pH
Turbiedad
|
6-8
<5 NTU
(límite de emergencia, 20 NTU)
|
Se requiere un pH de 6,8 a 7,2 para reducir el nivel de cloro
que se necesita.
Una turbiedad alta (>5 NTU) requiere más cloro para oxidar
la materia orgánica
|
Si el pH es menor de 6, se debe añadir cal hidratada (hidróxido
de calcio).
Desocupar el pozo de agua y volver a blanquear el recubrimiento
del pozo con una solución de cloro. |
GDWQ: Guidelines for Drinking-Water Quality (Guías para la calidad
del agua de consumo)
OMS: Organización Mundial de la Salud
NTU: Nephelometric Turbidity Units (unidades nefelométricas de
turbiedad)
El mejor tipo de cloro en una emergencia es el HTH (high test hypochlorite),
pues normalmente contiene de 50% a 70% de cloro.
En la caja 1 se describen los métodos para calcular las dosis
apropiadas cuando se usa cloro HTH granulado.
Caja 1. Cálculo
de la dosis de cloro para desinfectar un pozo con hipoclorito de
calcio (HTH)
Equipo:
- Balde de 20 litros
- Cloro HTH granulado o en polvo
Método:
- Calcular el volumen del agua en el pozo con
la fórmula:
V = ( pD2 /4) * h
donde
V = volumen de agua en el pozo (m3)
D = diámetro del pozo (m)
H = profundidad del agua (m)
p = 3,142
- Llenar el balde con agua clara del pozo
- Añadir 50 g de HTH y revolver hasta
que se disuelva
Por cada metro cúbico (m3) de agua en el
pozo, se añaden 10 litros (medio balde) de la solución
de cloro. |
La cantidad de cloro requerida depende del volumen de agua en el pozo.
Se añade 1 litro de solución de cloro al 0,2% por cada 100
litros de agua que encuentren en el pozo. Se revuelve muy bien el agua
del pozo con un palo largo y, luego, se deja que el agua repose por 30
minutos como mínimo.
Paso 4. Desocupar el pozo
Después del periodo de contacto, se saca toda el agua del pozo
usando una bomba o un balde. Cuando el pozo se haya vuelto a llenar, se
esperan otros 30 minutos y se mide la concentración de cloro mediante
un kit de comparación. Si la concentración de cloro residual
es menor de 0,5 mg/L, el pozo es seguro para su uso. Si la concentración
es mayor de 0,5 mg/L, hay que sacar nuevamente toda el agua del pozo y
repetir el proceso.
No permita que nadie use el pozo durante
el proceso de limpieza. El agua contiene una gran concentración
de cloro, que le confiere mal sabor y olor, y además, puede
ser peligrosa. |
Mayor información
Godfrey, S. (2003), "Appropriate chlorination techniques for wells
in Angola, Waterlines, Vol. 21, No. 5, pp 6-8, ITDG Publishing,
UK.
Wisner, B. ÿ Adams, J. (2002), Environmental Health in Emergencies
and Disasters: A practical guide, OMS, Ginebra.
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